Se cuenta que el 3 de mayo de 1118, en lo alto de un cerro de la ciudad complutense, se apareció una cruz iluminada que animó a los cristianos a realizar el asalto definitivo a la conquista de Qal´at´Abd-Salam.

Desde ese pico, famoso entre todos los alcalaínos, y denominado Ecce-Homo, se disfruta de un bello paisaje desde el que se divisan también Somosierra, la Sierra del Ayllón, Madrid, Guadalajara, Daganzo, Meco, Camarma y una bella panorámica de Alcalá de Henares.

Recuerda, para cada ruta es importante el Kit de senderismo

El Ecce-Homo, cuyo significado es ‘este es el hombre’ o ‘he aquí el hombre’, es la traducción que en la Vulgata latina se dio al pasaje del Evangelio de Juan (19:5) que en el griego original es ἰδοὺ ὁ ἄνθρωπος (idoù ho ánthropos).

El Ecce-Homo tiene una altitud de 835 metros sobre el nivel del mar y tiene forma tabular. Se sitúa en la margen izquierda del Río Henares y la vegetación predominante es bosque de repoblación.  Es visible desde gran parte de la ciudad y, aunque la subida es pronunciada, sobre todo en el último tramo con un desnivel de 200 metros, es accesible e idóneo para la práctica del senderismo, paseo, entrenamiento en cuesta o ciclismo. 

Dejando el vehículo en el aparcamiento del parque natural, a un ritmo cómodo, es posible llegar a la cumbre del Ecce-Homo en un par de horas. El camino de vuelta puede hacerse cómodamente por el mismo sendero de subida o, los más aventureros, hacerlo por el camino serpenteante de la ladera opuesta, situado frente a la impresionante panorámica de la ciudad. Esta segunda opción nos permite andar entre vistas de altura y encontrarnos con la Fortaleza de la Alcalá la Vieja. No es recomendable para personas que sufran de mucho vértigo.

Subir hasta la cima es una buena oportunidad para disfrutar de un entorno natural privilegiado de gran valor ambiental en el que apreciar la naturaleza y la Historia de la ciudad.

Recomendaciones:

  • Usar protector solar. 
  • Si no te sabes el sendero intenta ir en la mañana o llevar un GPS por satélite.
  • Llevar agua e incluso alguna merienda. 
  • Usar gorra o sombrero.
  • Llevar palos de senderismo y zapatillas con buena adherencia al terreno. 
  • Se puede hacer con mascotas pero con carritos de bebé sería muy difícil, al menos la segunda alternativa.
  • Subir en verano a ver el atardecer y cenar viendo la cuidad. 
  • Disfrutar el camino.

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